Con la pandemia, más que nunca, se vende por internet.

Las imágenes para el e-commerce son el único escaparate de la tienda. Tienen que compensar el hecho de poder ver, tocar y probar. Por lo tanto son fotos esenciales y su calidad es el garante de que sean las mejores imágenes posibles para contar las bondades de un producto o servicio en imágenes.

Que sean fotos sobre fondo blanco o puestas en escena con estilismo, la iluminación, la composición y la nitidez aportan los valores de calidad y texturas. Un modelo, sus poses y lo bien que le pueda caer una prenda, ayudan al cliente a proyectarse e imaginarse llevándola él mismo. En definitiva es la única arma para provocar la decisión de compra tan deseada.